Las cardiopatías congénitas se pueden definir como un grupo de enfermedades que se caracterizan por la presencia de alteraciones estructurales del corazón, que se producen por defectos en la formación del mismo durante el desarrollo embrionario.
Aunque el desarrollo del corazón en el feto se puede considerar que ya es completo en la 6º semana de gestación, no todas las cardiopatías congénitas se producen en ese momento. De hecho algunas pueden dar la cara a los pocos días del nacimiento del niño. Y no siempre son estáticas, pueden modificarse rápidamente en los primeros días, evoluacionando hacia la mejora o el empeoramiento.
La mayor parte de las veces, su causa es multifactorial y es desconocida. Su incidencia está entorno al 1% de los recién nacidos vivos, y pueden ser muy diversas, al igual que sus síntomas y su gravedad. Además, en ocasiones, se pueden dar varios tipos de cardiopatías congénitas en la misma persona.
Lo que sí que se conoce es que existen unos factores de riesgo o sustancias favorecedoras:
- Padres de edad inferior a 18 años o superior a 35 años.
- Antecedentes familiares de cardiopatías congénitas.
- Niños con alteraciones cromosómicas (p.e. Síndrome de Down)
- Factores maternos de diabetes, alcoholismo, lupus, fenilcetonuria y rubeola durante el embarazo.
- Ingesta de drogas o fármacos durante el embarazo, como anfetaminas, hidantoína, timetadiona, litium y talidomida.
Para facilitar su estudio se clasifican en:
- Cortocircuito izquierda-derecha: Afecta a las distintas estructuras del corazón que afectan a la circulación mayor (sistémica) y a la menor (pulmonar)
- Lesiones obstructivas: Dificultan la salida de la sangre de las cavidades cardiacas.
- Cardiopatías congénitas cianóticas: Impiden la adecuada oxigenación de la sangre que llega a los tejidos.
Comentarios
Publicar un comentario