Como era de esperar, Una Enfermera en mi Colegio también quiere colaborar en la celebración de este gran día, el Día Internacional del Libro.
Y una buena manera de hacerlo es hablando de los beneficios para la salud que nos puede aportar la lectura. A lo mejor cuesta identificar cómo un libro puede cuidar de nuestra salud, pero partiendo de que el concepto de salud es un concepto holístico (que engloba todos los aspectos de la persona, incluyendo la salud mental, bienestar...), puede resultarnos más claro.
- Aumenta nuestra reserva cognitiva: Indistintamente del tipo de libros que se lean, simplemente por el acto de leer con regularidad se obtienen grandes beneficios a nivel cognitivo, ya que mejora nuestra capacidad de abstracción, imaginación, memoria y vocabulario, junto con la capacidad de comprensión e inferencia. Con todo ello se produce un aumento de las conexiones neuronales y esto conlleva que tengamos un mayor sistema de redes y tejidos conectivos, que nos van a acompañar durante muchos años. Esto puede repercutir en que en caso de que se sufra una enfermedad cerebral degenerativa, como podría ser el Alzheimer, el retroceso va a ser mucho más lento. Con respecto a la mejora de la memoria, me gustaría añadir que uno de los hechos que facilitan que la lectura produzca esta mejora, es su capacidad de emocionarnos, y a través de las emociones se asientan mucho mejor los recuerdos.
- Favorece la estimulación cerebral y el aprendizaje continuo: Junto con el estímulo de la actividad cerebral explicado anteriormente, también se favorece el aprendizaje y la memoria, ya que es la propia lectura la que nos motiva para seguir leyendo, y de esta manera poder almacenar más datos, escenas e informaciones.
- Favorece el desarrollo emocional: A través de la lectura, nuestro desarrollo social y emocional aumenta, ya que nos metemos en la piel de los personajes y esto favorece la aparición del sentimiento de empatía y su desarrollo
- Reduce el estrés: Con la lectura, nos trasladamos a otros mundos, nos convertimos en otras personas..., es decir, nos dejamos llevar por su contenido y esto hace que cambiemos nuestro foco de atención, alejándonos así de las situaciones que nos estresan. Al conseguir la relajación, se reduce nuestro nivel de cortisol y esto nos permite poder enfrentarnos a los problemas con más tranquilidad y objetividad.
- Favorece la rutina de sueño: Como se ha mencionado en el apartado anterior, reduce el estrés, es decir, nos ayuda a relajarnos. Si dedicamos al menos media hora a la lectura previamente a irnos a acostar, lo que estamos haciendo es ayudar a la relajación de los músculos y con ello el cerebro se queda libre de tensiones y estrés, llegando a una calma muy propensa a favorecer el sueño. Además, al incorporarlo dentro de la rutina que tengamos para irnos a dormir, en el momento en el que comencemos a leer estaremos enviando señales al cerebro de que nos vamos a ir a acostar y se va preparando para este momento.
- Para lograr este efecto, es muy importante que la lectura no se realice en una tableta u ordenador, ya que la luz artificial que emplean estas tecnologías nos estimula, y con ello se dificulta el descanso.
Así que ya sabéis, a coger un buen libro y disfrutar de unos felices sueños.
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